Como resultado del Desastre de Los Gelves en 1560 los otomanos decidieron levantar uno de los monumentos más macabros de la historia: Una enorme torre de cráneos de los soldados y marineros españoles que allí murieron defendiendo la isla.
Se calcula que la torre estaba formada por 10.000 huesos, una macabra advertencia para futuros atacantes.