
El 20 de diciembre de 1943, un bombardero estadounidense B-17, conocido como “Ye Old Pub”, surcaba el cielo a 20.000 pies de altitud sobre el Mar del Norte. Su misión era unirse a una formación de Fortalezas Volantes que se dirigía al norte de Alemania para destruir la fábrica de aviones Focke-Wulf en Bremen.
Al mando de esta misión estaba Charlie Brown, un joven piloto que lideraba su primera incursión con el 379.º Grupo de Bombardeo, acompañado por una tripulación de 10 hombres. En sus bodegas, transportaban doce bombas de 500 libras listas para ser lanzadas sobre el objetivo.
Misión de bombardeo sobre Alemania
Poco después de las 11:00 de la mañana, el B-17 atravesó la frontera alemana. La tripulación sabía que el peligro acechaba: los cazas enemigos podían interceptarlos en cualquier momento. Para su protección, contaban con escolta de P-47 Thunderbolt.
A las 11:30 comenzaron a aparecer en el cielo las temidas nubes de humo negro. Los cañones antiaéreos Flak de 88 mm habían comenzado a disparar. Los proyectiles explotaban a distintas altitudes, sacudiendo al Ye Old Pub. Uno de estos disparos destrozó el plexiglás frontal de la cabina, dejando a los pilotos expuestos a un viento helado que bajó la temperatura a -60 °C.
El motor número dos se detuvo, y un proyectil atravesó el ala izquierda, dejando también el motor número cuatro gravemente dañado. La situación se volvía crítica.
Caída en picado y misión cumplida
A pesar de los daños, Charlie Brown logró mantener el control del bombardero y soltar las bombas sobre el objetivo. Sin embargo, el Ye Old Pub había quedado maltrecho y la formación principal de bombarderos lo dejó atrás.
El avión volaba ahora solo en territorio enemigo, convirtiéndose en un blanco fácil para los cazas alemanes. Pronto aparecieron varios Focke-Wulf 190 y Messerschmitt Bf 109, que se aproximaron para derribar al bombardero estadounidense. Los pilotos alemanes apuntaron directo a la cabina, buscando incapacitar al piloto de un solo disparo.
Charlie Brown, con sangre fría, realizó maniobras evasivas y el artillero superior logró derribar uno de los Fw 190. Otro avión alemán fue alcanzado por el artillero frontal. Sin embargo, el daño acumulado en el Ye Old Pub era devastador. Los motores fallaban, y los sistemas de comunicación y oxígeno estaban gravemente dañados.
Encuentro con Franz Stigler
A medida que el bombardero avanzaba hacia la frontera, un nuevo peligro se acercaba desde el aeródromo de Jever. Franz Stigler, un experimentado piloto de la Luftwaffe, despegó a bordo de su Messerschmitt Bf 109 para interceptar al bombardero enemigo. Derribar un B-17 más le otorgaría la Cruz de Caballero, una de las más altas condecoraciones del ejército alemán.
Cuando Stigler alcanzó al Ye Old Pub, lo encontró gravemente dañado. Se sorprendió al ver que los artilleros estadounidenses no abrían fuego. Al acercarse más, comprendió que el avión estaba al borde del colapso y que la mayoría de la tripulación estaba herida o inconsciente.
En lugar de disparar, Stigler tomó una decisión inesperada. Voló en paralelo al bombardero, haciendo señas a Charlie Brown para que aterrizara y salvara a su tripulación. Pero Charlie se negó. Determinado a no derribar un avión indefenso, Stigler decidió escoltar al Ye Old Pub a través de las defensas alemanas, evitando que los artilleros antiaéreos abrieran fuego.
Cuando el bombardero cruzó el Mar del Norte, Stigler realizó un gesto de despedida y viró de regreso a Alemania.
El regreso del Ye Old Pub y el secreto mantenido
El Ye Old Pub logró regresar a Inglaterra y aterrizar, aunque la tripulación estaba gravemente herida y el avión, prácticamente destruido. La increíble historia del encuentro con el piloto alemán llegó a oídos del Alto Mando estadounidense, que decidió mantenerla en secreto. No querían que se supiera que un piloto alemán había mostrado compasión hacia un enemigo.
Franz Stigler también mantuvo el silencio. Sabía que podría ser acusado de traición si alguien se enteraba de que había permitido que un bombardero enemigo sobreviviera.
El reencuentro de Charlie Brown y Franz Stigler
Décadas después, en 1985, durante el 50.º aniversario del primer vuelo del B-17, Franz Stigler contó su historia en una entrevista para una televisora local. Charlie Brown, al enterarse del relato, escribió a la revista alemana Jagerblatt y a Adolf Galland, buscando al piloto que había salvado su vida.
En 1990, Charlie y Franz se conocieron en persona. Lo que comenzó como un encuentro entre antiguos enemigos se convirtió en una profunda amistad que duraría hasta sus últimos días.
La historia del Ye Old Pub y Franz Stigler se convirtió en un símbolo de humanidad y compasión en medio del horror de la guerra. Ambos fallecieron en 2008, pero su legado sigue vivo, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, la empatía puede prevalecer.